jueves, 29 de octubre de 2009

Jueves 29 de Octubre

Primero que nada, pido unas disculpas por no haber escrito en el blog, he tenido días horribles. ¿Se acuerdan del caso del niñito que dijo que veía fantasmas?, un asco. Cuando sentí los gritos del niño, creo que en eso había quedado en el post anterior, fui a ver que había ocurrido, llamé dos veces a la puerta, como no había respuesta, entré a la fuerza, temiendo por el chico. Al entrar estaba el niñito acurrucado en una esquina del comedor, y el refrigerador estaba abierto, una leche derramada llegaba hasta mis pies.
El niño estaba aterrado, no sintió cuando llegué, de hecho su cabeza estaba cubierta por sus brazos. Me acerqué lentamente mientras repetía : Todo está bien, no hay nada de que preocuparse.
Cuando me faltaban dos pasos para llegar hasta el niñito, comencé a sentir un frío terrible por todo el cuerpo, el fantasma estaba ahí, pero no podía llamarlo con el niño presente, posiblemente le causaría un daño psicológico, como me pasó una vez.
-Todo está bien - repetía. Mentiroso.
El niño empezó a llorar, no despegaba los brazos de su cabeza, estaba casi traumado. Me vi , en cierta manera, reflejado en el niño.
-Cuéntame que ha pasado. - le dije con el tono más amable que he sacado en mi vida.
-Ha... había .... - suspiró - ... había un fantasma en la cocina.
-¿Un fantasma, dices?, ¿es el mismo de antes?
-Sí, pero ahora ... ahora estaba distinto.
-¿Cómo es eso ?
-Ahora... ahora estaba distinto
-Eso ya me lo has dicho, dime ¿como era?
-Ahora estaba distinto... cuando entré a la cocina ... estaba al lado del refrigerador ... - su voz comenzó a temblar - ... y su cabeza no estaba ahí, ¡estaba abajo! - se largó a llorar y me abrazó.
-¿Porque me pasa esto a mi? - me preguntaba el pobre niño.
-Hay que averiguarlo.
-¿Puede hacerlo?,¿ no cree que esté solamente nervioso, como dicen mis papás?
-Claro que no. Mira, yo creo en fantasmas, y los que pueden ver fantasmas, generalmente son personas sensibles niños. Tú tienes las dos condiciones.
-Tengo miedo.
-Es natural. Lo bueno, es que es sólo un fantasma, no hay presencia demoníaca en esta habitación, sólo una presencia electoplasmática.
-¿Cómo?
-Olvídalo. Dime, ¿a que hora llegan tus padres?
-No lo sé, pensé que llegarían ahora.
-¿Ahora?, ¿ahora como que hora?
-No lo sé, hace 3 horas que no llegan. Iban a ir a un asado de un amigo de mi papá.
-Ok. A propósito, ¿cómo te llamas? - hablando de fantasmas y cosas paranormales y todavía no sabía el nombre del muchacho. Tampoco me importaba, pero era para que se relajara. Hablé cosas de más, no debí mencionar a demonios.
-Me llamo G.A.
-Hola G.A., puedes confiar en mí.
-Gracias vecino raro.
-Por una mierda, no me digas así.
Me miró asustadísimo.
-Perdona, no quise hablarte en ese tono.
-Está bien, ¿que va hacer ahora?
-Bien, ya que quieres que vaya al grano, enciérrate en tu pieza, por nada del mundo salgas.¿Me oíste?
Corrió sin decir una palabra y se encerró en la pieza. Debía hacerlo. Generalmente para este tipo de conjuros, cuando uno ve a los fantasmas, ellos te ven. No pueden herirte, pero sí causar pesadillas a los de mente sensible, como la del niño.
Tenía que averiguar qué quería ese fantasma con el niño, si hubiese sido un familiar del niño, el niño lo hubiese reconocido. Tal vez. O puede que sea un familiar que el niño no haya conocido. No valdría la pena preguntarle al niñito sobre los familiares fallecidos que tuviese, sería más trauma para él. Otra opción es que el fantasma sea algún suicida que habitaba este departamento, que es muy probable, pero si eso era cierto, no tendría porqué presentársele al niñito, a menos que quiera informarle sobre algo o resolver algo que no pudo en el mundo real.
Saqué mi péndulo, e hizo un baile en círculos, advirtiendome que una presencia del plano astral estaba presente. Un vaso que estaba en el borde de la cocina cayó, y un estruendoso ruido logró que el niñito se pusiera a llorar. Podía sentir sus sollozos. Me descubrí mis signos de transmutación y llamé a ese ente que acosaba al niño, tenía que hablar con el niño.
Después de algunos llamados, voy a ser sincero, la parte de cosas volando ya me tiene hasta la coronilla, siempre sucede en este tipo de cosas, como iba diciendo, después de unos llamados, apareció el fantasma, esta vez estaba de cuerpo entero
Era muy joven, de unos 28 años, más o menos, tenía una expresión de preocupación, en su cuello habían marcas de lo que fácilmente pudo haber sido una soga. Era un suicida, no habia duda.
-¿Que buscas en este lugar? - pregunté con un tono bastante grave. El niñito seguía llorando. El fantasma me miró, pero no decía palabra alguna. -¿Qué buscas en este lugar?, ¿Pertenecías a este lugar?
El fantasma lo negó. Algunos fantasmas pueden hablar, pero su voz es escalofriante, sobre todos los fantasmas de niños.
-¿Puedes decirme el porqué estás aqui?
-G.A.
El fantasma había nombrado al niñito. Unos cinco segundos después, apuntó con su mano desnutrida al lugar donde se encontraba el niñito. Eso me preocupó bastante.
-¿Por que?
-G.A. - volvio a nombrar al niñito y dijo mirándome con angustia - Soy el tío.
-Vaya manera la que tienes de saludar a las personas. ¿Que no ves que tu sobrino se asusta?
-Es ... - dijo el fantasma - ... es por un aviso, urgente para él. Traté de decirle en toda la semana...
-Lo asustaste
-No fue mi intención. Pero me enteré que que hay ángeles que se van a llevar a los padres de mi sobrino.
-¿Que dices?
-Quería que se preparara para el hecho.
-¿Cuando van a morir?
-Hoy
-¿Por eso no han llegado?
-Ya están muertos
-A la mierda... ¿por que el niño no te reconocio?
-Me suicide cuando él tenía 4 años, no se debe acordar de mí.
- Me imagino. Entonces, por eso los padres del niñito no han llegado aún. ¿Ahora que le digo al niño?
-Tienes que decirle que sea fuerte, que sus padres están bien.
-¿Bien? - reí - jódete. Diré lo que sea necesario. Puedes largarte, y no te aparezcas más, asustas mucho al niño.
-No fue mi intención.
Diciendo estas palabras, el fantasma desapareció, y las interrogantes aparecieron, ¿que le digo?, ¿como se lo digo?.
Al cabo de diez minutos, eso creo, el niñito abrió la puerta. Estaba con un rostro más sereno. Me dijo :
-Estoy bien. ¿Que ha pasado?
-No sé como explicarlo, pero el fantasma ya se fue. Era tu tío.
-¿Mi tío? - me miró sorprendido - él se fue de este mundo cuando todavía no nacía, mi papá me dijo que Dios se lo llevó.
-Claro. Mira, no quiero darte la lata, así que seré franco, el fantasma, tu tío, me dijo que ...
-Miré la cara de aquel niñito, estaba casi a punto de llorar. Era como si supiera mi respuesta.- Tu tío me dijo que Dios se llevó a tus padres, y que están en un buen lugar ahora.
-¿Van a volver?
-Me temo que no
Se largó a llorar y me abrazó fuerte. El niñito era muy fuerte, de verdad. Le dije que tenía que ser fuerte, y que cualquier cosa, me llamara. Tomé un papel que estaba botado, era una cuenta, y escribí mi número ahí.
-Llámame.
No me dijo nada el niñito. No se separó de mi, hasta que llegó la policía, me hicieron un par de preguntas, el niño se aferraba a mí, decía incansablemente que no me fuera. Me emocioné un poco. Sólo un poco.
Supe días después, que el niñito se quedó con su abuelo, ahora vive por Puente Alto. De vez en cuando me llama, para sabe como estoy. No lo sé, a veces siento un lazo medio paternal con el niño. Ahora me preocupa eso, hay un demonio que sigue mis pasos y puede que lastime a los seres queridos que tengo, entre esos, puede que el niñito salga lastimado, pero ahora el niñito estaba en un estado de baja autoestima, y debía apoyarlo.
Todo marchaba bien, hasta que recibí un llamado de Ana. Me largo a dormir ahora, después sigo escribiendo.

1 comentario:

  1. Hola
    Feliz Halloween, espero que la hayas pasado muy bien, seguire muy atento a tus publicaciones.
    saludos
    Mateo

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