sábado, 26 de septiembre de 2009

Sábado 26 de Septiembre

Una serie de pesadillas me atormentaron toda la semana, el demonio Orobas se aparecía, diciendome lo mismo que dijo cuando estaba en el cuerpo de Ana, mi amiga desde que estabamos en el colegio. Me comencé a preocupar por ella, ni me despedí después del suceso.
Las palabras de Orobas todavía resonaban en mi mente, no era posible que un demonio así se dirigiera con tanto odio hacia mí. Lo atribui al último encuentro que tuve con Aamon, cuando se fue del cuerpo de la esposa de un amigo mío, en Estación Central.
Algo raro está sucediendo, y no logro entender la aparición de estos demonios de gran poder en cuerpos de personas tan cercanas. He estado realizando exorcismos hace varios años, cobrando por supuesto lo que se debe. Ya había comentado antes mi acercamiento con este mundo de magia negra y demonios cuando un extraño tipo llegaba a la biblioteca donde atiendo, pidiendo libros relacionado con oculstismo, me hice muy amigo del que resultó ser un cura, revisen los post anteriores, hay detalles de todo esto que he escrito. Le hablé de las distintas visiones que tenía cuando era niño, podía ver a gente muerte caminando por el patio de mi casa, y ver distintos seres, demonios que muchas veces se sorprendían cuando nos mirábamos, al principio fue traumante, de hecho me enviaron al psicólogo muchas veces, pero estaba convencido de que lo que veía era real, así que dejé de comentar lo que veía a mis familiares, para que no se preocuparan, pero seguí investigando sobre qué cosas estaba viendo, si eran ofensivas o no, he leído que muchos se asustarían si vieran estas cosas, o pensarían que les está faltando un tornillo, pero quédense tranquilos, no los molestarán por mucho tiempo... si me contratan, jejeje.
Desde ahí comencé a saber mucho sobre el inframundo, los demonios y seres malignos de la naturaleza, incluso aprendí maneras de mostrar a la luz a los demonios, generalmente se esconden, y tienen esa habilidad, aún para personas "especiales" por decirlo de algún modo, que pueden ver más allá.
Crecí sin madre, ella murió en el parto, y mi padrastro fue el que me crió, no me pregunten quién es mi jodido padre, nadie lo sabe, sé que mi padrastro tiene alguna información al respecto, pero no queiro saber nada de él, si no estuvo en toda mi vida, no me puedo interesar por personas así, no valen la pena.
Le comenté todas estas cosas al cura que visitaba la biblioteca, y vió que yo no bromeaba en absoluto con ese tema, y comenzó a darme una cátedra sobre cómo exorcisar y secretos del ocultismo que generalmente la iglesia calla. Estoy seguro que pensaba que no tenía nada que perder al contarme todo esto, pues vivía en un hogar de acogida, en el cual nadie sabía que él ,era un cura.
Me hubiera gustado que estuviese vivo, pero a causa de un exorcismo mal ejecutado, murió, y me dejó con su legado, pues yo le ayudé a realizar varios exorcismos, nos dividíamos el dinero, pero a mí en ese entonces no me importaba mucho el dinero, estaba con el entusiasmo de aprender y joder a los demonios. Fue en ese último exorcismo que realizamos juntos, cuando se transformó en algo jodido. Él era mi único amigo verdadero, estaba en un período de gran depresión, y fue el único que me apoyo, y tuvo la genial idea de decir : ¿Me quieres acompañar a realizar un exorcismo?.
No me gusta hablar mucho de él, lo consideré como el abuelo que nunca tuve ... en fin. Siguiendo con lo que había quedado en el post anterior, fui a visitar al Padre González el día jueves, ya que los miércoles me dijo por teléfono que no iba a poder. A él lo conocí después de hacer un exorcismo a un pequeño niño de Pudahuel, estaba a las afueras de la casa, me esperaba. Me dijo :
- Nosé quien te crees para hacer esto, pero le has salvado la vida al niño, algo que no pude hacer. Dime, ¿qué has hecho?
-Padre, si le digo, me tendrá que soltar del brazo y jurar que no dirá nada a su gente, ¿de acuerdo?
-¿Mi gente? , ¿cómo te atreves a ... ?
-Ahorre saliva , Padre. Lo invito a un café.
En la cafetería hablamos de temas muy delicados, que dan para mucho espacio en este blog, pero le comenté lo que realizaba, claro que le dije que cobraba, pero que tenía métodos más factibles para lograr un exorcismo que los que él conocía. Varios días después me llamaba para que le ayudara a realizar exorcismos, ponía una cara de tres metros cuando le cobraba, me decía inmoral y todas las cosas que se puedan imaginar, pero necesitaba de mi ayuda, y las reglas son las reglas.
Ahora yo necesitaba de la ayuda del Padre Gonzalez.
Se encontraba en una iglesia muy mal pintada, a mi gusto, estaba rezando. Cuando terminó, lo llamé desde mi asiento. Sonrió irónicamente.
-¿Qué sucede esta vez? , ¿en que líos te metiste?
-Espere...¿porque tiene que recibirme así?
-No hay otra forma de recibirte.
-Como sea... tengo un problema...
Le comenté mi encuentro con el Orobas, y se sorprendió, me dijo que estaba en graves problemas, ya que ese demonio cuando aparece, siempre predice grandes catástrofes, pero que suceden muchos años después, incluso décadas.
-Debe haber un lazo entre tú y el infierno, ¿te has bautizado?.
-Claro que sí, cuando era niño, escuche Padre, no tengo ninguna relación con esos jodido infierno, es más, yo lucho contra esos demonios, ¿qué lazo cree que pueda haber?, ¿cree que sea por Aamon?
-No lo creo, y creo que va más allá de nuestro conocimiento hasta ahora. Si me pides qué opino, creo que hay una relación con el infierno y tú desde hace mucho tiempo, porque si se presenta Aamon, dentro de tu círculo de cercanos, es porqueya te tenían en la mira, y es por algo. Deberías preocuparte por los seres queridos que te rodean, seguramente ellos sean las próximas víctimas de posesión.
-Mierda.
Abandoné la iglesia, y me puse a pensar en sus palabras, en mi mente aparecieron varios conocidos, pero no sabía quién estaría más expuesto. Cuando volví a mi departamento, estaba Ana en la puerta, me esperaba.
- Quiero hablar contigo, acerca de lo que sucedió la otra noche.
-Estoy muy ocupado para esas cosas, Ana. Dejémoslo para mañana, ¿te parece?
-No, quiero respuestas, y ahora los dos estamos bien, sin alcohol. Quiero que me digas qué me sucedió.
-No te gustaría saberlo.
-No tienes idea.
-Está bien, pasa, pero tengo poco tiempo.
Al entrar, Ana se encontraba muy molesta, y comenzamos hablar de lo que había pasado la otra noche. Su cara se trastornó cuando le dije :
- Un demonio se apoderó de tu cuerpo, y su nombre es Orobas.
Me llaman, de ahí sigo escribiendo.

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