viernes, 18 de septiembre de 2009

Viernes 18 de Septiembre

Recibí un llamado desde la comuna de Estación Central, el martes. Era un tipo que había conocido en un café de mala reputación, donde lo único bueno del lugar, son las chicas, el resto puede irse a la mierda.
En ese lugar conocí a L.M. , quien acudía a ese recinto como forma de satisfacer su necesidad sexual, ya que , según me contaba, su esposa no tenía sexo con él hace años, casi 10 .
Acudía a estos lugares y después se masturbaba en el baño del local. Cuando me contaba esto, obviamente el tipo estaba drogado, las chicas vendían distintos tipos de drogas, yo solamente consumía los fines de semana, cuando realmente lo necesitaba.
-Te pareces mucho a nuestro hijo - me comentó.
-¿Por eso me estás hablando?
-Claro que sí, si no no te hablaría ni un carajo. Mi hijo se tituló y ahora está en el norte del país. El muy ingrato hace años que no llama a la casa. Debe estar con su esposa, no lo culpo, pero sería bueno que me llamara de vez en cuando, ¿cierto?. Cuando él se fue, mi esposa se sintió muy triste, y comenzó a salir más de la cuenta, antes salía solamente conmigo los fines de semana, ahora sale todos los días, juntándose con sus amigas del barrio. ¿Sabes lo que me molesta?, que se junte con la tal Viviana, es una bruja, lee el tarot a los del barrio, y se supone que puede hablar con espíritus. Dime , ¿quien mierda habla con espíritus?, ¡las putas brujas!, desde que se junta con esa tipa que no tiene sexo conmigo, ahora cuando en la noche trato de acercarme a ella, tú sabes de lo que hablo, se da vuelta y dice que le duele la cabeza. ¡Qué mierda!.
El tipo me contó toda su historia sentimental, no quise acotar nada sobre lo de espiritismo, es un tema que da para mucho.
Anteriormente les contaba sobre un viejo que leía cosas de espiritismo y magia negra, bueno, ese tipo resultó ser un cura de verdad y que se enfrentó al demonio, en su juventud.
Me dijo que no resultó bien el exorcismo, el niño murió en el proceso y no hubo oportunidad de salvarlo, ni física, ni espiritualmente.
Cuando ocurre una posesión, somos nada más que marionetas para ellos, como me decía el viejo. Siempre hay opción de salir de ese estado. El niño no tuvo esas fuerzas, ni el cura tampoco. Hubo una demanda judicial, la cual no fue escuchada, pero si por parte de la iglesia, quien excomulgó al cura, teniendo como resultado, un viejo que pasaba sus tiempos bebiendo vino y leyendo magia negra como una oportunidad de revertir lo que había hecho. Se dedicó los años siguientes a realizar exorcismos de forma independiente, tenía los elementos necesarios y las fuerzas, según él, de realizar actos como ése. La iglesia no sabía nada de esto, y el cura les decía a sus clientes, explícitamente, que no comentaran nada o si no, podrían haber efectos seundarios, lo cual era mentira, pero decía eso para generar un poco de miedo y una cierta seguridad del silencio.
Poco a poco comenzamos a vernos seguidos con el viejo, me enseñó como usar los rezos de San Miguel, que es el que se ocupa para exorcisar, y los métodos que hay que realizar. Me enseñaba todo esto, porque pensaba que jamás haría algo así. Grave error.
Volviendo a nuestro tema de hoy, después de varias semanas, le comenté a L.M. mi "trabajo" verdadero, le comenté que realizaba exorcismos de forma independiente, que había sido entrenado por un cura excomulgado y que tenía la facultad para realizar tales actos, a diferencia de lo que cree la cultura popular, de que solamente los curas lo pueden realizar. L.M. creyó todo lo que le dije, cada palabra, hablamos muchas semanas de los casos que me habían tocado y de cómo afectaban mi vida, y de porqué comencé a practicar exorcismos, que esa es otra historia.
L.M. dejó de visitar el café por varias semanas, él era un cliente habitual, sobre todo los días lunes. Este martes recibí su llamada, estaba desesperado, decía que su esposa estaba al borde de la muerte, que estaba con con un deterioro de salud impresionante y, talvez por eso me llamó, decía que un demonio la estaba matando.
Fui ese mismo martes a la casa de L.M., se encontraba en una vivienda precaria, con un olor desagradable a comida podrida. Al llegar a la habitación principal, la temperatura bajaba drásticamente, y al ver a la señora de L.M. , no vi nunguna anormalidad, se encontraba en buenas condiciones, ojos orbitados, piel con un tono natural. Al verme, la señora dijo:
-¿Quien es este pendejo que has traído?
-Es un amigo viejita, te puede curar.
-¿En serio?, disculpe mi descortesía, pero no me fío de los jóvenes.
-No se preocupe, señora, yo tampoco lo haría. Ahora cuénteme de su problema, ¿dice que un demonio la está matando?
-Sí, pero no me siento poseída por él, verá, lo veo , pero en mis sueños.
Cuando dijo eso, supe que se trataba de un íncubo, le dije a L.M. que nos dejara a solas.
Un íncubo es un demonio que suele tener sexo con las víctimas, al tener relaciones, la persona involucrada comienza a bajar su estado de su salud, puede llegar hasta la muerte. Este tipo de demonios ataca en los sueños.
Le comenté exactamente lo mismo, y me dijo que" la Viviana", habría recomendado esto, que un espíritu tenía sexo con mortales y que les daba el placer máximo, claro que la Viviana no comentó que ese espíritu era un demonio.
En la pieza habían cuadros de L.M. y su señora, pero era otra persona, era una señora gorda la que aparecía en las fotos, mientras que la señora que veía era una tipa delgadísima, todo era producto del íncubo.
Salí de la habitación y le dije a L.M. que iba necesitar ciertos elementos y que necesitaba saber dónde vivía la tal "Viviana".
Están llamando al teléfono. Sigo escribiendo después.

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